
El narcotraficante Eduardo Villatoro, alias Guayo Cano, condenado a 372 años de prisión de asesinato a nueve policias se quedó sin sus propiedades valoradas en unos 4 millones de quetzales. La conviviente de Cano luchó para que no se las quitaran pero el juez de extinción resolvió que ahora son del Estado de Guatemala.
